Ni soy un ser político ni intento serlo, pero no puedo evitar a veces preocuparme por el mundo que me rodea. Una de esas preocupaciones suele ser quienes nos gobiernan. Todos los años que son vísperas de elecciones escucho a la gente decir eso de... "Yo voto en blanco" o "Yo paso de la política, de unos y de otros", pero siempre nos ponen dos debates y nuestra pasión juvenil nos enerva y hace recaer en un lado o en el otro, por lo que vamos a votar. No es mi intención la de convencer al lector de lo que debe hacer, Dios me libre, pero sí es verdad que quiero hacer una reflexión:
Desde la democracia, miramos con orgullo la superación de tiempos anteriores, en una excepción a aquel dicho de "cualquier tiempo pasado nos parece mejor", tiempos en los que el pensamiento individual quedaba anulado por el sentir del pueblo o la voluntad de la mayoría. Era en cierta manera la fundamentación hitleriana. Sin embargo, hoy día, somos testigos de un fenómeno que acecha las mentes libres de la sociedad, y precisamente en muchos casos las más brillantes, como ocurría en esas épocas, y no hablo de otra cosa que de los partidos políticos. Estos partidos, representantes del pueblo, es cierto que no pueden reflejar el sentir de cada uno de nosotros porque sería caótico y además imposible, pero sí es cierto que vemos como cada día se respeta la disciplina de partido, más que como mera doctrina, como una religión o incluso un culto sectario. Lo que diga un político determinado, líder de un partido, será desde entonces dogma de fé política para el resto de creyentes-militantes. Podríamos llenar líneas de símiles para evidenciar la idea de fondo de esta breve reflexión; sencillamente, todo aquello que corta las alas a la creatividad individual para proteger una serie de ideas colectivas es, de todas todas, nefasto para el desarrollo humano en su vertiente social.
Es urgente, sin lugar a dudas, que recapacitemos sobre el daño que puede hacer a la sociedad esta forma de limitar la libertad de pensamiento y que pensemos en la alternativa de las listas abiertas, para así, votar personas, y no dogmas absolutos e inamovibles.
viernes, 18 de diciembre de 2009
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