Ni soy un ser político ni intento serlo, pero no puedo evitar a veces preocuparme por el mundo que me rodea. Una de esas preocupaciones suele ser quienes nos gobiernan. Todos los años que son vísperas de elecciones escucho a la gente decir eso de... "Yo voto en blanco" o "Yo paso de la política, de unos y de otros", pero siempre nos ponen dos debates y nuestra pasión juvenil nos enerva y hace recaer en un lado o en el otro, por lo que vamos a votar. No es mi intención la de convencer al lector de lo que debe hacer, Dios me libre, pero sí es verdad que quiero hacer una reflexión:
Desde la democracia, miramos con orgullo la superación de tiempos anteriores, en una excepción a aquel dicho de "cualquier tiempo pasado nos parece mejor", tiempos en los que el pensamiento individual quedaba anulado por el sentir del pueblo o la voluntad de la mayoría. Era en cierta manera la fundamentación hitleriana. Sin embargo, hoy día, somos testigos de un fenómeno que acecha las mentes libres de la sociedad, y precisamente en muchos casos las más brillantes, como ocurría en esas épocas, y no hablo de otra cosa que de los partidos políticos. Estos partidos, representantes del pueblo, es cierto que no pueden reflejar el sentir de cada uno de nosotros porque sería caótico y además imposible, pero sí es cierto que vemos como cada día se respeta la disciplina de partido, más que como mera doctrina, como una religión o incluso un culto sectario. Lo que diga un político determinado, líder de un partido, será desde entonces dogma de fé política para el resto de creyentes-militantes. Podríamos llenar líneas de símiles para evidenciar la idea de fondo de esta breve reflexión; sencillamente, todo aquello que corta las alas a la creatividad individual para proteger una serie de ideas colectivas es, de todas todas, nefasto para el desarrollo humano en su vertiente social.
Es urgente, sin lugar a dudas, que recapacitemos sobre el daño que puede hacer a la sociedad esta forma de limitar la libertad de pensamiento y que pensemos en la alternativa de las listas abiertas, para así, votar personas, y no dogmas absolutos e inamovibles.
viernes, 18 de diciembre de 2009
Gurthel
Correa, Bigotes y compañía, más de lo mismo. Es lo que hablabamos, disciplina de partido. Tu por mi, yo por ti, y la casa por barrer. Financiacion del partido ante todo y ademas regalos y buena vida. Esto es la politica en España...que pena... Asisitimos, vaya por delante que me refiero a los ciudadanos españoles, absortos a tan patético y esperpéntico espectaculo diario del alcalde y concejal de urbanismo de turno que pega el "pelotazo" y acaba en la cárcel. Es de vergüenza. Es un nuevo argumento que cada dia refuerza mi punto de vista. Los partidos en España no sirven sino para enmascarar una camaraderia fraudulenta y falsa, de foto oficial, que solo esconde trapos sucios, venganzas y cuentas pendientes. Es momento del cambio, no se a que, mi propuesta es las listas abiertas, pero estoy abierto a cualquier sugerencia que elimine del panorama al politico de profesion. Ojo, al politico de profesión a la española, es decir, "voy a tirar por aqui que seguro que me acabo ganando la vida..."
Lo dicho, estoy abierto a sugerencias...
Lo dicho, estoy abierto a sugerencias...
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